En este mes de abril, mes de los niños, en el cual los antiguos paganos celebraban al dios niño, este había nacido en yule, que significa rueda y sucede en la noche mas larga del año, en el solsticio de invierno. Para abril, llenaba al mundo de alegría con la primavera. El día del niño se festeja en el solsticio de esta estación celebrando de alguna forma a los niños. Pero este día no solo se trata de regalarles juguetes o dulces o hasta hacerles fiestas a los pequeños, se trata de hacerles sentir que son especiales cada uno de ellos para el mundo. Así como lo fue el dios pagano para los celtas.
Quiero contarles sobre dos pequeños que conocí durante mi estancia en el pueblo de Mazamiltla, en donde compre una cabaña en el año 2003, la primera se llama Carmelita, y en ese entonces iba con su mama del mismo nombre a llevarle a su papa su almuerzo mientras el trabajaba cuidando una cabaña cercana a la mía. Mi mama y yo acabábamos de traer de Guadalajara los caballos que habíamos comprado para la familia. Desde que tengo dieciséis años, ella y yo nos encargamos de dar terapias a caballo a niños con capacidades distintas. Carmelita fue invitada por mi mama a recibir estas terapias ya que la pequeña tiene el Síndrome de Down. Al poco tiempo yo me involucre en una campaña para saber con cuantas gentes de capacidades distintas contaba esta población. El censo lo empecé en las escuelas, pidiéndoles a los niños que me ayudaran a decirles a los familiares de todos los discapacitados que acudieran a una junta para formar un comité.
Como resultado, aparecieron varios padres de familia a la junta, entre ellos una mujer llamada Lourdes y su pequeño de dos años, Julián. Este Angelito padecía de un daño cerebral severo con distrofia muscular. A pesar de eso, el bebe era amado y cuidado por su familia con fervor. Hice amistad a lo largo de los años con ellos y conviví bastante con el bebe. En las juntas que hacíamos, a pesar de que el gobierno de M. Mejia, el peor presidente que ha tenido este pueblo de acuerdo con la opinión tanto personal como publica, se oponía a estas reuniones, (tan solo porque no quería ayudar). Los padres de Carmelita nos pidieron ayuda para reunir dinero para la operación cardiaca de esta. Les iba a salir en más de veinte mil pesos y ella tenia dos soplos en el corazón y daño en el pulmón izquierdo.
El proyecto esta aun verde y no contábamos con fondos para ayudar a la familia, así que empezamos a reunir el dinero con una campaña que nombre “PESO POR CIUDADANO” en la cual varios voluntarios, primos de la pequeña, su hermana mayor y mi hijo y yo salíamos los fines de semana a pedirle a los turistas, a los comerciantes locales y en general a los transeúntes que donaran un peso para la niña. Les decíamos, “Carmelita tiene tres años, dos soplos en el corazón y con un peso nos puedes ayudar a salvarle la vida.” Aquí quiero agradecer a todos los que cooperaron y a los vecinos del Coporo, colonia en la cual vive la niña por haber ayudado a esta familia a cumplir el milagro de reunir el dinero y por supuesto a los doctores que la operaron con éxito dándole una oportunidad de vivir una larga vida esperemos. También quiero reprender a todas las malas lenguas que en pueblos chicos abundan y que pensaron que los padres se habían gastado el dinero en otras cosas. El motivo por el cual Carmelita no fue operada inmediatamente dando pie a las mal habladurías, es que el doctor prudentemente, no la quiso operar hasta que la pequeña pesara más de diez kilos para así darle más oportunidad de sobrevivir a la intervención. Hoy Carmelita aun se puede ver jugando con sus primos feliz y gracias a dios por ahora sana. La última vez que la vi, caminaba con su madre por las calles del centro y el rostro de los padres también es de felicidad a pesar de su apretada situación económica.
Juliancito, en cambio, vivió con muchas molestias a pesar de los medicamentos antiespasmódicos, y las deliciosas comidas que le preparaba su mama, de las interminables noches de desvelos de su familia, de los cuidados contantes, de las crisis que tuvo que lo llevaron al hospital innumerables veces, de las constantes terapias físicas y del amor de una madre que es considerada una mujer admirable en el pueblo por todo el amor y constancia que le dedico a su bebe durante cuatro años, hoy es un angelito. Y es contantemente extrañado por los mucho que lo conocieron mientras acompañaba a su mama en su carriola por las calles mientras ella vendía productos de belleza por catalogo para poder costear sus medicamentos. Un día me encontré con los papas saliendo de su coche y al preguntar por el bebe, sorprendida de no verlo en los brazos de sus mama, donde comúnmente se encontraba, con lagrimas en los ojos me dieron la noticia de que lo acababan de dejar en el panteón. Las lagrimas aun rueda por mis ojos mientras escribo esto, perdonen pero yo también lo extraño mucho, su sonrisa cuando me veía y sus enormes ojos cafés que veían con avidez la televisión en los ratos en que su mama lo bajaba para hacer el quehacer de la casa y sus deliciosos guisos. Mientras sus juguetes permanecían en las repisas de su cuarto, en espera de que algún día Juliancito se levantara a jugar con ellos.
He compartido con ustedes el testimonio que tengo, la convivencia con un Ángel y con un milagro, pero tanto Carmelita como Juliancito, fueron mas que eso, ellos son niños, solo niños iguales a todos los que existen en la tierra. Todos tenemos alguna capacidad distinta, si no fuera así, seriamos Superman. Cuando la vida nos pone alguna limitación, podemos hacer dos cosas, luchar por superarla o dejarnos llevar por esta hasta que acaba con nosotros. Pero el actuar como si fuéramos superiores solo porque no tenemos nada mal en nuestros cuerpos, eso es inaceptable, ver a personas con capacidades físicas o mentales como inválidos, es lo peor que uno puede hacer. Todos somos diferentes, así lo quiso dios, pero unos no son menos que otros, y se merecen ser tratados como iguales. Valga la redundancia. Si eres una persona que al ver a alguien que tiene alguna capacidad distinta, ya sea física o mental, y los ves con cariño, apoyo, y solidaridad. Te felicito eres un ser humano, pero si no es así y te provocan algún tipo de sensación de malestar, entonces te deseo informar que tus traumas y perjuicios te convierten en una persona con capacidades distintas. ¿Como vas a odiar lo que eres? Recapacita y acepta que el mundo y la humanidad jamás fueron ni serán perfectos. Así el mundo cambiaría, haciéndolo con nuestras buenas intenciones y nuestra aceptación un lugar mejor.
Carmelita y Julián y los demás que participaron en el primer movimiento pro-personas con capacidades distintas, en Mazamitla en el año de 2004, inspiraron en mi un poema que de hecho sirvió para reunir fondos al vender copias de este, aquí lo transcribo para compartirlo con ustedes.
SE LLAMA LA ORACION A LOS SERES ESPECIALES
APARECERA COMO TAL EN ESTE BLOG.
ESTE ARTICULO SE PUBLICÓ EN LA REVISTA MERETRICES DE SAN JUAN COSALÁ EL MES DE ABRIL DE 2008
viernes, 18 de abril de 2008
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